Ayer un día como hoy, a una hora cualquiera,19:32pm, me di cuenta una vez más... que eso sobraba de mi habitación, ni yo lo necesitaba ni él a mí...definitivamente sobraba, lo sabia, pasé lista como cuando eramos niños en el colegio-todos los adultos hemos sido niños y muchos no lo recuerdan-, pero yo sí:
El reloj de mi tío...la botella de tequila con el sombrero mexicano que mi hermana me regaló de su viaje de novios...mis láminas de París...la cámara de mi abuelo,mi caja de música de parís que ahuyenta mis pesadillas (la vie en rose), la pirámide de egipto a medida para un ser diminuto seguía al lado de la cabina de Londres. Dos estantes mas arriba mi planta, con mi gato de la suerte que no dejaba de mover su brazo aunque el mundo parase...y en mi mesa mi ordenador desde el que escribo, observado una vez más por la seta de Mario bross junto al libro de "el principito"...
lo esencial es invisible a los ojos... creo que todo seguía en su sitio y lo que fallaba no era algo material... sobraba algo que sólo el corazón podía ver, pero ya me di cuenta, guardo los recuerdos bonitos, las escapadas a otros ciudades como planetas visitaba el principito... pero que ninguno le terminaba de convencer...
Al final del trayecto la esencia es la misma, y la valoras más que nunca, porque al fin y al cabo eso es lo que somos, esencia. Algo frágil, risueño y con cabellos dorados...
the wolf