miércoles, 24 de marzo de 2010

un cuento sin narrador

No tengo ganas de escribir, pero tampoco de abandonar esto, ni lo otro, ni lo de más allá...creo pensar que necesito escribir y pienso que necesito un tiempo para reflexionar. ¿Donde quedó el felices para siempre?¿ y el comieron perdices?. De qué nos quejamos si nosotros mismos terminamos con los finales felices de nuestra vida, somos nosotros quien los elegimos, o ellos quien nos eligen a nosotros, pero también nosotros tenemos derecho a cambiar ese famoso the end...por un to be continued.

Con el paso de los años te das cuenta que Nunca jamás parece estar tan lejos que ni la imaginación es capaz de visualizarla,que las hadas madrinas,tan sólo son madrinas, los polvos mágicos tampoco son para tanto, y que las princesas de cabellos dorados que viven en grandes torres, son teñidas y viven en un barrio obrero, y sus príncipes azules, con el tiempo y estas lluvias...poco a poco destiñen.

Mejor comparar nuestra vida con una lavadora,es fría, y todo va por dentro,da vueltas y nunca sabe como acabará, está llena de sorpresas y siempre esperas que al sacar la ropa e irse la espuma...la ropa huela mejor que nunca. La mía en este momento está programada para centrifugar y ¿la tuya?

the wolf